El gran pasadizo



Diiiiinnnn¡¡¡¡¡

Sonó el timbre del recreo. Dani, Menci, Ale y yo nos fuimos a nuestro sitio favorito del recreo, frente a un muro, pero... "A ese muro le falta una piedra!" Dijo Menci extrañada.

En los siete años que llevamos de colegio no había caido ninguna.
Dani  fue a colocarla, pero... ¡un gran pasadizo se abrió ante nuestros ojos!

Todas nos adentramos en ese escalofriante pasadizo. Las ratas correteaban por el suelo mientras las arañas tejian sus telas por las paredes. De repente Ale se cayó al suelo. Cuando se estaba levantando vio una carta tirada en el suelo que al parecer era de lo que se alimentaban las ratas .

Todas juntas leímos aquella misteriosa carta. Ponía...liberadme, solo tendréis que pasar un acertijo .

Hay que liberarlo dijo Ale , ¿cómo lo vamos a liberar? Si ni siquiera sabemos el acertijo que hay que pasar! -respondió Dani.
De repente en aquella mugrienta pared de piedra apareció un vídeo de un señor. Tenía el pelo blanco y barbas largas, !era el prisionero! La única pista que quiso descifrar era que el acertijo tenía que ver con las matemáticas.
Zas!!! El vídeo acababa de esfumarse!
Cuando la pared volvía a verse yo vi unas cuantas flores. Tenía que formar parte del acertijo. Llamé a las demás para que vinieran conmigo a verlas. 5,4,...gritaron Ale y Dani.
Menci y yo no entendíamos lo que querían transmitirnos con esos dos números. De repente enseñaron los pétalos donde estaban grabados aquellos números.
Menci miró a la pared donde se había emitido el vídeo. Ahora estaba grabado el número 20!!!
Recordé la pista que teníamos y dije: "Creo que significa: 5x4=20!"
Después tocaron todas aquella pared. Se acababa de abrir otro pasadizo!!! Allí estaba el señor.

Todas corrieron junto a él para ver si se encontraba bien. El señor les dijo: "Muchas gracias por haberme ayudado en mi nuevo libro. Se titula "El gran pasadizo" Por cierto soy el señor Scrooge."

"¿Todo era una broma? ¿Nos has estado usando como marionetas?" preguntó Ale.
"Más o menos"- respondió Scrooge.
Al final tampoco era tan malo. Cuando volvimos a clase lo contamos y todos nos aplaudieron como heroínas.


FIN

Autora: Noa Touza Rodríguez.

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